Presentamos la transformación de tres pisos señoriales en Barcelona, originalmente de grandes dimensiones, en seis viviendas independientes. El proyecto no solo consistió en una reforma interior, sino que cada piso se dividió en dos, aprovechando las dos entradas diferenciadas existentes: la entrada de la familia y la del servicio.
El principal reto del proyecto fue dividir cada piso en dos viviendas independientes, una para familias y otra para parejas, manteniendo la esencia señorial de los espacios originales. Para ello, se realizó un estudio exhaustivo de cada piso y se diseñó una distribución específica para cada uno.
Se conservaron al máximo las características originales de las zonas nobles, como las molduras, la geometría de las ventanas y los arcos. En la zona de servicio, se realizó una reinterpretación moderna del estilo original, integrando las dos entradas independientes en cada vivienda.
El resultado final son seis viviendas modernas y funcionales, con una superficie de 220 metros cuadrados cada una, que ofrecen una amplia gama de posibilidades para adaptarse a las necesidades de diferentes tipos de propietarios.
El proyecto se comprometió con la sostenibilidad mediante el reciclaje de carpintería interior y otros elementos existentes de las viviendas. Además, se logró una calificación energética E, lo que demuestra la eficiencia energética de las nuevas viviendas.